Hera, la celosa reina del Olimpo
Es hermana y esposa de Zeus. Así pues es la diosa del matrimonio. Es una diosa que, aunque bella, siempre en su rostro refleja dignidad, sobriedad y severidad. Es una celosa esposa que trata de no perder de vista demasiado a su esposo Zeus.
Iconografía. Como diosa soberana se asocia al trono y al cetro. Suele lucir una diadema y le está consgrado el pavo real.
cetro|trono|diadema|pavo real
Hera y Zeus. Zeus se casó con su hermana Hera y del matrimonio nacieron cuatro hijos: Ares,Hefesto, Hebe e Ilitía. Hebe (Juventud) era la encargada de las faenas domésticas del Olimpo y, hasta la llegada de Ganimedes, la escanciadora del néctar que bebían los dioses. Su actuación mítica prácticamente se reduce a su matrimonio con Heracles. A Ilitía, por su parte, le fue encomendada la tarea de presidir los partos, de tal forma que ningún ser puede venir al mundo sin que ella esté presente. Ares es el dios de la guerra. Según algunas versiones Hefesto, dios de fuego, fue un vástago único de Hera, quien le habría concebido sin la ayuda de varón alguna. Homero nos cuenta que el primer encuentro amoroso de la pareja se produjo en el Monte Ida de Frigia.
Ixión. Pese a su intachable honestidad, Hera sufrió el acoso de un mortal: el príncipe Ixión de Tesalia, que, después de haber asesinado a su suegro, no encontraba a nadie que quisiera purificarlo de su crimen. Sólo Zeus, compadecido, se avino a hacerlo e incluso le invitó a degustar la ambrosía. Tiempo después, Ixión, borracho, pretendió yacer con Hera. Zeus formó una nube con la figura de su esposa, lo que no fue obstáculo para que Ixión se uniera a ella, engendrando un hijo que, a su vez, sería el padre de los centauros, raza de seres con cabeza y torso humanos y el resto del cuerpo, de caballo. Para castigar tamaña osadía, Zeus encargó a Hermes que encadenara a Ixión a una rueda; ésta, que no cesa de girar, representa el eterno castigo que merecen los impíos e ingratos.
Argos. El último trabajo de Argos para Hera fue guardar de Zeus una ternera blanca. «Ata esta vaca con cuidado a un olivo en Nemea», le encargó. Hera sabía que la ternera era en realidad Ío, una de las muchas ninfas con las que Zeus mantuvo relaciones. Para liberarla, Zeus mandó a Hermes que matase a Argos. Hermes lo logró disfrazándose de pastor y haciendo sonar una flaauta. Para conmemorar a su fiel guardián, Hera hizo que los cien ojos de Argos fuesen preservados para siempre en las colas de los pavos reales .
Heracles. Heracles nació de la unión de Zeus y la mortal Alcmena. Zeus le puso el nombre Heracles (la gloria de Hera) en un intento fallido por aplacar los celos de Hera. Unos pocos meses después de su nacimiento, Hera envió dos serpientes a matarlo mientras dormía en su cuna. Heracles estranguló una serpiente con cada mano y fue hallado por su niñera jugando con sus cuerpos exangües como si fueran unos insignificantes juguetes. Una versión del origen de la Vía Láctea es que Zeus engañó a Hera para que amamantase al infante Heracles. Al descubrir quién era, lo apartó de su pecho y un chorro de su leche formó la mancha que cruza el cielo y que puede verse en él desde entonces.
El juicio de Paris. Hera, la diosa representativa de la castidad y fidelidad conyugales, participó, sin embargo, en el primer certamen de belleza femenina de que se tiene noticia. En la boda de Tetis y Peleo (los padres de Aquiles), Eris (la Discordia), al no haber sido invitada a la ceremonia, arrojó entre las diosas una manzana —la manzana de la discordia—, al tiempo que pronunciaba estas palabras: «Para la más bella.» Sólo Hera, Atenea y Afrodita se disputaron el premio; pero Zeus, esposo de la primera y padre de las otras dos, no quiso intervenir y envió a Hermes con las tres diosas a ver al troyano Paris. Las diosas intentaron sobornar al joven: Hera, con la soberanía sobre Asia; Atenea, con el poderío en la guerra y Afrodita con el amor de Helena, la mujer más bella de Grecia. Paris se mostró más sensible a este último ofrecimiento y emitió su veredicto —el juicio de París— a favor de Afrodita, diosa del amor y desde entonces también de la belleza. Este hecho habría de tener funestas consecuencias para la ciudad de Troya.