Ártemis, la implacable
Diosa de la naturaleza en estado salvaje, de la caza y también de los partos. Junto con Atenea y Hestia forma parte de las diosas vírgenes. Su figura aparece asociada a la de su hermano gemelo, Apolo, al que, además de los lazos familiares, le unía el uso común de las fechas. Posteriormente, los hermanos fueron identificados con los dos astros que rigen el día y la noche de la Tierra, esto es, el Sol y la Luna. Ambos, como ya veremos son deidades muy vengativas.
Iconografía. Es una muchacha que calza coturnos y va siempre vestida con una faldita corta que le permite dedicarse a su actividad favorita: la caza. Se la asocia con la Luna. Suelen acompañarla las ninfas de los bosques, que también han de observar una estricta virginidad. Sus atributos son: el arco, la aljaba, las flechas, la media luna, el ciervo y el ciprés.
arco|aljaba|flechas|media luna|ciervo|ciprés
Es una divinidad muy celosa de su virginidad y muy vengativa. tiene una mitografía amplia de venganzas.
Calisto. Ártemis, muy celosa de la virginidad siempre iba acompañada de ninfas, también vírgenes como ella. Calisto era una bella ninfa del cortejo de Ártemis de la que se enamoró Zeus, el dios la sedujo bajo la forma de la propia Ártemis, sergún algunas fuentes , o de Apolo, según otras. Ártemis sorprendió a Calisto bañándose en un río y advirtió que su vientre había crecido. Ártemis le preguntó el motivo de ello y Calisto, a quien Zeus había seducido bajo la forma de la diosa, replicó que era culpa suya. Ártemis, enfadada por la respuesta, transformó a Calisto en osa y la expulsó de su cortejo. Posteriormente Zeus la fija en la bóveda celeste como la Osa Mayor.
Acteón. En una ocasión estaba Ártemis bañándose desnuda en el bosque cuando el príncipe tebano y cazador Acteón tropezó con ella. Se detuvo y se quedó mirándola, fascinado por su belleza arrebatadora. Tan aturdido estaba que pisó accidentalmente una rama y Ártemis le descubrió. Ésta se disgustó tanto por haber sido espiada que transformó a Acteón en un ciervo y envió a sus propios sabuesos a que le mataran. Éstos le destrozaron sin saber que el ciervo que cazaban era su propio dueño. Alternativamente se cuenta que Acteón alardeó de ser mejor cazador que Ártemis , y ésta le transformó en un venado que fue devorado por sus sabuesos.
Níobe. Níobe, la reina de Tebas, alardeó de su superioridad sobre Leto (la madre de Apolo y Ártemis) porque había tenido catorce hijos (los Nióbidas), siete varones y siete mujeres (las Nióbides), mientras Leto había tenido sólo dos. Apolo mató a sus hijos mientras éstos practicaban atletismo, a pesar de sus súplicas, y Ártemis a sus hijas.